Usar zapatos dentro de tus propias cuatro paredes se ve de manera diferente en muchas culturas.
Si bien es casi normal que a veces usemos zapatos en el interior o al menos caminemos con ellos por un corto tiempo, existen diferentes hábitos en otros países.
En los países asiáticos, por ejemplo, se considera de buena educación quitarse los zapatos antes de entrar a la casa. Quitarse los zapatos antes no es solo una muestra de respeto por el anfitrión.
Por eso debes quitarte los zapatos frente a la puerta.
Debajo de los zapatos pueden anidar hasta 400 000 patógenos: estas son 400 000 buenas razones por las que debe quitarse los zapatos justo en frente de la puerta de entrada y luego ponerlos sobre una alfombra u otra superficie en el guardarropa o en el pasillo.
Probablemente puedas adivinar de dónde vienen las bacterias y los virus. El suelo suele estar sucio en las vías públicas, en los prados o en las tiendas, y en el exterior no son raros los excrementos de animales. Como resultado, se desarrolla un cultivo bacteriano especial en la parte inferior de los zapatos, que consiste principalmente en la bacteria E. coli.
Según un estudio de la Universidad de Utah, el 90 por ciento de los patógenos pasan de la suela del zapato al piso o la alfombra. Una vez que las bacterias están en el apartamento, pueden propagarse a todas las habitaciones y a otros objetos.
Como parte de un estudio de la Universidad de Houston en Texas, los investigadores encontraron que la bacteria Clostridium difficile está presente en el 40 por ciento de los casos en los que se examinaron las suelas de los zapatos. Esta bacteria a veces puede provocar enfermedades en el intestino.
¿Por qué las suelas de los zapatos son atractivas para los gérmenes?
Las ranuras y los patrones de los perfiles de los zapatos facilitan especialmente la acumulación de bacterias y virus. Los patógenos pueden anidar y multiplicarse debido a la calidad de la superficie.
Esto significa que los zapatos para caminar y los zapatos con un perfil más alto en particular transportan una cantidad significativamente mayor de gérmenes al hogar.
Así que: ¡quítate los zapatos por un apartamento limpio!