Eso es más de 11,3 millones de personas. Todos los días se añaden nuevos. Todos buscan la combinación perfecta de aptitud física y calma mental. Después de la sensación de ser uno con la colchoneta y dejar atrás el estrés de la vida cotidiana.
Una buena clase de yoga es un requisito previo para esto. Pero como lo reconozco?
Le preguntamos a alguien que sabe de lo que habla. Juliana Afram es profesora de yoga y pilates, tuvo su propio estudio durante mucho tiempo y enseña con gran pasión desde hace más de 17 años.
Ella nos explicó qué tener en cuenta al buscar una clase de yoga.
6 cosas que te dirá una buena clase de yoga
- El profesor de yoga debería haber asistido a más de un curso de fin de semana. Asegúrate de que tenga un diploma de “Profesor de Yoga 200h AYA”, un certificado reconocido internacionalmente por la American Yoga Alliance.
- El profesor de yoga debe tener conocimientos anatómicos básicos y ser capaz de instruir a sus alumnos de la mejor forma fisiológica posible. En otras palabras, sabe a qué parte del cuerpo se dirige en las asanas y qué efecto tiene.
- En el mejor de los casos, el profesor de yoga tiene una formación adicional en terapia de yoga y se somete a una formación adicional periódica.
- El curso debe tener una duración mínima de 90 minutos. También hay buenas unidades más cortas de 60 minutos. Sin embargo, el cuerpo y la mente encontrarán mejor la paz y la armonía si el gong no suena después de una hora.
- Un curso de yoga es particularmente completo cuando el maestro especifica un tema al comienzo de la lección o guía a sus alumnos para que establezcan una intención para su propia práctica de yoga. En el mejor de los casos, este lema corre como un hilo rojo por toda la unidad.
- Un buen curso de yoga consta de (al menos) tres a cinco partes: en una fase de calentamiento fluida y muy física, se utilizan posiciones preparatorias para trabajar hacia la postura máxima.
Esto puede, por ejemplo, coincidir con la idea principal que el maestro dio al principio. Esta posición es lo más destacado de la hora. A esto le sigue la fase de consolidación. Los yoguis profundizan en lo que han aprendido y la mente puede calmarse antes de que la práctica termine con la Shavasana final, la postura de descanso.
Pero lo más importante es que te sientas cómodo y en buenas manos en el curso de yoga, tanto espacial como personalmente.
Muchos factores son cuestión de gustos. Lo mejor es probar dos o tres estudios diferentes para poder comparar los estilos de los profesores de yoga.
Esto le dará una idea de lo que le gusta y dónde será desafiado tanto física como mentalmente.